La naturaleza ha puesto a nuestra disposición un gran número de plantas y frutos que podemos utilizar tanto para nutrirnos como para el cuidado de nuestra piel.
Utilizamos ingredientes de origen vegetal, muy ricos en vitaminas, sales minerales y principios activos, adaptándolos a la piel para aprovechar íntegramente todos sus beneficios y conseguir una mayor afinidad con la epidermis. El uso de este tipo de ingredientes hace también que la calidad y la durabilidad de los aromas sea mucho mayor.